Cazadora de brujas 9
La joven aprendiz de bruja continúa su aterrorizada huida por el bosque, donde tendrá varios encuentros inesperados.
Neila temblaba de frío, acurrucada en la áspera capa y hecha un ovillo en el suelo.
Había corrido durante la noche en la oscuridad, empapada, aterida. Las ramas y zarzas le herían la piel, sus pies sangraban. Pero el miedo la mantenía en movimiento. Intentaba alejarse, sin saber muy bien hacia dónde dirigía sus vacilantes pasos, siempre hacia el interior del bosque. Debía alejarse del pueblo, de los asesinos de su amada tutora, pero en su interior resonaban las enseñanzas de Deidra: el bosque es muy p...