Relatos de Rosita y Junior

El amor subyacente que nos tenemos mi hermano y yo toma poder sobre nosotras al saber que el sentimiento es mutuo

La luz del pasadizo entraba por la abertura de la puerta entreabierta en mi cuarto, posándose sobre mi cuerpo tendido en la cama mientras dormía por la noche. La falta de frío hacía que durmiera casi destapada, con apenas un short de delicada tela color blanca con líneas negras, yendo de arriba abajo, y una blusa top con la imagen de estrellas plateadas por todas partes.

Durante la medianoche, una silueta negra interrumpió el paso de luz por la abertura, haciendo que el cuarto se oscurezca a medida...

Navidad entre primos

La familia, para muchos, es lo más importante sobre todas las cosas. Eso lo sabemos yo y mis primos, en especial en la época navideña.

Todos los años íbamos a casa de mi tía Blanca para pasar navidad en familia, siendo específica, la familia de mamá. Cuando mis padres se divorciaron, mi madre ganó nuestra custodia, la mía y la de mi hermana, y desde entones no hemos vuelto a ver a ningún familiar de papá. No estoy triste por eso, cuando pasó éramos muy pequeñas, apenas pudimos fraternizar con nuestros primos por parte de papá, caso contrario con los primos por parte de mamá.

No se como pasan navidad en sus países, pero acá en donde...

Me convierto en la perra de mis amigas

Jugando inocentemente con mis amigas descubro la verdadera cara de la moneda. Mis dos amigas se aprovechan de mi inocencia para ultrajar mi cuerpo.

La botella giraba sobre la cama de Sara, ralentizándose con cada giro hasta parar de golpe. La boca de la botella quedó señalándome mientras que la parte inferior quedó señalando a Amanda. Por regla general, la boca de la botella manda, entones le puse un reto a Amanda, un poco zarpado para hacer el chiste.

-Tienes que besar a Sara en la boca - dije con pequeñas risas de inocencia.

-Como quieras, cariño - dijo, sonriéndole a Sara y acercando su rostro al de ella.

Pensaba que se detendría a...

Una relación prohibida con mi hermano

Una de las tantas noches en donde mi hermano entra a mi cuarto a escondidas para coger conmigo, su hermana, una caliente al igual que él que es seducida por el morbo del incesto.

Siempre esperaba a media noche para entrar a mi cuarto en puntillas, como un ninja, mientras nuestros padres duermen en su cuarto con la puerta cerrada. Escuchaba el rechineo de la puerta al abrirse, lento y discreto, evitando que la gente que duerme del otro lado de la habitación despierte (mi hermana) y metiéndose a mi cama rápidamente.

-Eva, ¿estás despierta? - me preguntaba mi hermano mientras yo me hacía la dormida, como todas las noches.

-¿Eh? ¿Quién es?

-Soy yo, tranquila, nadie m...

Compartimos a la puta del salón

Llevamos a nuestra amiga puta a nuestros cuarto del sexo, disfrutando de un momento delicioso.

Comencé pasando la yema de mis dedos lentamente por la pierna de Sara, haciendo que se estremezca un poco por las cosquillas. Arón estaba a su otro costado haciendo lo mismo con su pierna izquierda. Sara estaba en medio de los dos, boca arriba, cos sus manos a los costados, casi alcanzando a tocar nuestros bultos. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro que expresa temor y a la vez un cierto gusto por el grado de intensidad en el momento.

Decidimos hacer un trabajo para la universidad juntos, yendo a l...

Comienzo una relación amorosa con mi madre

No aguantamos las ganas una vez nos quedamos solos en casa, durante años hemos soportado la calentura, el morbo, hasta que la tención nos ganó.

Nos empezamos a besar en plena oscuridad, sin siquiera saber si el otro quería más que solo besos, lo que si sabíamos es que estaba mal. Nos dejamos llevar el día que nos quedamos solos en casa, cuando papá tardaría más de la habitual en llegar a casa y mi hermana se quedaba en casa de una amiga a dormir para terminar un trabajo de su universidad. Era de noche, muy tarde, casi las 12, y mi madre y yo no sabríamos cuanto más aguantar las ganas de coger.

Ese día rompimos las reglas familiares y cogimos...

Entre primos pecamos al coger

Durante años, mi familia ultra cristiana me a impedido conocer los placeres del sexo, haciendo que mi prima y yo los descubramos a escondidas.

Cuando vives en una familia ultra católica retrógrada, resulta que el pecar es más tentador de lo que parece, eso pasaba con mi familia. Generaciones pasadas en nuestra familia siguieron al pie de la letra las reglas y convicciones de la religión, sin pecar, sin disfrutar la vida como se supone se tiene que disfrutar. Es una gran lástima que mi generación rompa con esa tradición, lástima para ellos, para mí, no.

La religión impedía que tengamos contacto físico con otras personas, eso hacía que nuestro...

El chico popular me coge en mi cuarto

En mi primer año de universidad, me enamoro del popular, como siempre. Lo que me sorprendió fue saber que mi sumisión lo atrajo a mis brazos.

Puso su mano sobre la mía, estando apoyada sobre la cama, mientras me miraba a los ojos con seriedad. Los cuadernos esparcidos por la cama dificultaban el alejarme de él, mi única opción era pararme y salir corriendo, pero algo en mí hizo que me quedara estático. Colocó su cuaderno sobre la mesa de noche, pasando a tocarme la entrepierna con delicadeza, apretando ligeramente.

Trataba de cerrar las piernas un poco para evitar que no aprete tan fuerte, aun que sería más por el miedo a seguir lo que hizo...

Mi amiga me seduce en los vestidores de la tienda

Mi amiga y yo nos tenemos muchas ganas desde hace mucho, pero es ella quien decide dar el primer paso.

Escogimos las mejores prendas de la tienda, las que eran de nuestra talla, y corrimos hacía los vestidores para probárnoslas. Entramos y cerramos la puerta un poco fuerte, entre risas y chistes, y comenzamos a desvestirnos. Dentro del vestidos había un espejo enorme, que iba desde el suelo hasta casi llegar al techo. Podías ver tu cuerpo completo con toda normalidad. El vestidor medía como mediría la ducha de tu casa, pequeña, muy pequeña, cabíamos las dos con comodidad pero con otra las cosas se incomodarí...

Cuatro desconocidos me cogen en una fiesta

Comienzo cogiendo con uno de mis grandes amigos del trabajo, más tarde, los borrachos hacen la diferencia.

Abrió la puerta del cuarto con rapidez mientras nos besábamos, pasando su mano por tu mi trasero. El cuarto estaba oscuro, pero la luz de luna entraba por la ventana, iluminándolo un poco, lo suficiente para ver el cuerpazo de Fabio. Cerró la puerta mientras nos dirigíamos a la cama sin dejar de besarnos. Nos tumbamos y empezamos a quitarnos la ropa rápidamente.

Estaba arriba mío, entre mis piernas, mientras su cuerpo musculoso chocaba contra el mío, haciendo que mis senos se aplastasen un poco. Se le...