Venganza

Después de años sin verla, Sebastián Urquijo, dueño de unas bodegas, se ve obligado a recoger y a tener en casa a su hija.

-Bueno, ¿qué dices?

-Pues que no.

-¿Perdona?

-No.

Él había dicho no. Pero el juez había dicho sí.

Hacía dieciséis años que su mujer le había puesto las maletas en la puerta. Y durante todos esos años ella le había impedido ver a los hijos que tan imperiosamente le había obligado a adoptar. A su hijo lo había seguido viendo, más o menos, pero a su hija la había visto, después de adoptarla, en los juicios y poco más. Él le pasaba una sustanciosa pensión por los dos chicos, el may...

Un hombre corriente

Hasta a las personas corrientes pueden pasarle cosas formidables

Soy un hombre corriente. De esos hombres a los que no dedicarías un segundo vistazo. De esos hombres a los que sus vecinos ven llegar y no esperan para coger el ascensor. De esos hombres que piden perdón por todo. De esos hombres que avergüenzan a su familia en los momentos importantes cometiendo alguna torpeza. Mi mujer piensa que soy aburrido. La mayoría pensaría que soy un pusilánime.Así era hasta que apareció Tere.

Tere_777 apareció en mi vida como un rayo de luz en un mitad de una carretera oscu...

La granja escuela

Unas chonis muy conlifctivas llegan a una granja para hacer un poco de terapia campestre

-¡Menuda tontá! Ya verás, ya, a la ruina nos llevas-le dijo un hermano al otro.

Juan y Evaristo tenían una granja en pleno campo castellano. Criaban ganado bovino desde hacía siglos. Su padre, el padre de éste, y el anterior a él ya habían criado vacas en la vieja casona familiar... que se caía a pedazos.

-En estos tiempos de crisis es la mejor manera de conseguir mano de obra barata. Nosotros solo tenemos que vigilarlos.

-¿Y si se meten en líos?

-Precisamente vienen por esa razón, p...

El banquero y la colegiala

Al título me remito

Julio meditó muy bien lo que debía hacer en su oficina de director de sucursal de banco. El mensaje de texto no daba lugar a dudas. Y él lo tenía claro.

Se puso el abrigo y salió de su despacho.

-Me voy ya-les dijo a los dos trabajadores que quedaban en la sucursal, que cerraba en poco menos de una hora. Era normal que el director saliese antes de tiempo, porque normalmente tenía compromisos con clientes importantes y era él el que hacía quedar bien al banco. Se despidieron y Julio salió al frío...

El Experimento

Una panda de señores se dispone a hacer un experimento muy peculiar para demostrar su hipótesis:Las niñas de hoy son todas unas zorras.

-Échate más colonia-Le ordenó Alfredo a Paco. Eran viejos conocidos. Habían hecho la mili juntos, hacía ya años, cuando Franco era cadete, le gustaba a Paco añadir-No queremos asustarlas. ¡No lo olvidéis!-les gritó a los demás. Otros siete hombres estaban en aquella sala, esperando-¡Ya estarán bastante asustadas! Nada de gritarles, nada que pueda hacerles daño. ¡No quiero cerdos!

-¡Para cerdas ya están ellas!-respondió Juan. Y los demás se rieron. Pero luego, se agachó y aseó la sábana que cubría el c...

Cuatro señores y la campesina (capítulo final)

Final de esta historia pseudohistórica en la que cuatro nobles lo pasan la mar de bien a costa de una joven tabernera.

No podía estar más aterrorizada. Tenía los ojos abiertos y vivos como los de un ciervo que oye al cazador. Él sonrió, enseñándole su enorme polla de pony. Era fea, como todo en él, ligeramente doblada, cabezona, llena de venas y de color amoratado.

Estaba tan preocupada por aquella mole que no se dio cuenta de que el hombre calvo se colocaba a su lado. Solo se dio cuenta cuando la punta de su polla le rozó los labios entreabiertos por el pánico. Él lo aprovechó para metérsela un poco. Olía a rancio y...

Cuatro señores y la campesina 2

Capítulo 2

-Ahhhh, Ahhhh-Una mano de Olaf era tan grande como una nalga de la niña. No sabían si le estaba comiendo el coñito o lo engullía. La barbilla la tenía en el culito, pero la nariz le llegaba casi al ombligo. Miraba a Lucy mientras la comía a lametazos-Ah ¡Ah! ahhhh ¡AH! ahhhh! Ay, ay, ay ¡ahí, ahí, ahÍ!-empezó a gemir.

Los otros hombres se miraron sorprendidos, pero luego estallaron en carcajadas.

La pequeña Lucy terminó por convulsionar. Las babas de Olaf "la mole" le corrían desde el coñito...

Cuatro señores y la campesina.

En la Edad Media los señores tenían derecho a todo y las pobres doncellas, a nada. PERVERSIÓN con mayúsculas

Cuatro eran, cuatro. El tabernero, bajo, clavo y rechoncho los recibió cerca del establo. Llamó a uno de sus chicos, quizás un hijo, un sobrino, un bastardo o un empleado y éste se ocupó de las monturas de los señores. Cuatro eran los caballos, cuatro los señores. Cuatro caballos distintos como los de los jinetes apocalípticos.

Capas de piel de lobo y zorro, pantalones de lana, cuero hervido de todos los colores, cinturones y cintos con tachuelas de bronce, plata y oro. Cuatro señores ricos. Unos más...