Placentera humillación
Fué raptada y forzada en un potro de castigo para realizar una fantasia soñada.
Placentera humillación.
Era frío y calculador, había estado varios meses preparando su potro de tortura. En su mente lo tenía claro, sabía lo que quería hacer, como y para que. Y así lo hizo, en su pequeño chalet donde vivía solo, tenia un garaje donde realizaba sus chapuzas, estas chapuzas en esta ocasión se iban a convertir en un sueño, un sueño erótico que le rondaba la cabeza desde hace mucho tiempo y que deseaba convertir en realidad. Una mañana se levantó y cogió la vieja mesa del salón, a...