El Ciclo del Amor: de la Alborada al Ocaso.

De cómo los mismos silencios no siempre son los mismos.

El Ciclo del Amor: de la Alborada al Ocaso. Por Vinka.

De cómo los mismos silencios no siempre son los mismos.

I. Prólogo: Alborada.

Tu silencio me mata…

Tiene el color de la ternura cuando, súbitamente, callas al sentirte observada y un sonrosado candor enciende tu rostro.

Mi mirada clandestina recorre cada uno de tus gestos y siente celos de aquel lápiz que llevas descuidadamente a tus labios. Tu cabello azabache amenaza con opacar el destello matutino que traspasa l...

Avisos Clasificados.

–Estás tan rica que quiero comerte completa, corazón. Deseo probar tus jugos y lamerte hasta que te corras en mi boca… –casi llego al éxtasis con sólo escuchar esa amenaza.

Avisos Clasificados. Por Vinka.

Tenía el móvil entre las manos y mis dedos nerviosos tanteaban el número sin atreverme a marcarlo. Lo miré con indecisión, como si el dichoso aparatito tuviera el poder de darme la respuesta que necesitaba.

Llamaré luego ”, pensé, arrojándolo sobre el estante del baño, mientras fijaba la atención en mi imagen del espejo.

Ésa era yo, una chica normal o, al menos, así me gustaba definirme. Diría que a los treinta y tantos mi presencia no pasaba ina...

Día de los muertos

Su pecho comenzó a moverse ostentosamente como si el aire fuera insuficiente, cuando una mano se posó atrevida en su seno para sentir los latidos de su corazón.

DIA DE LOS MUERTOS. Por Vinka.

PARTE I.

Faltaba una hora todavía, su corazón comenzaba a latir apresuradamente ante la proximidad de la cita y todo lo que su imaginación presentía que iba a ocurrir.

"Calma", pensó. "Eres una mujer inteligente, todo saldrá bien, igual que el año pasado, debes relajarte".

Durante el día se arregló con esmero, su piel era muy suave pero ella la quería aún más, tomó un baño de tina con sales balsámicas para aromatizar sutilmente su cuerpo y no te...

La tía Carolina

¡Dios! Esto era demasiado hasta para mí, cerré los ojos al sentir un escalofrío gigantesco, apreté su mano fuertemente y la atraje hacia mí tomándola de la cintura, si iba a morir, era mejor hacerlo probando el sabor de sus besos.

LA TÍA CAROLINA. Por Vinka

Era una hermosa tarde de otoño, de aquellas con una iluminación especial, doradas, añejas, que invitaban a caminar por el parque respirando el olor de los árboles amarillentos. Mi trabajo me permitía ese privilegio, tiempo disponible, lo que no tenían muchas personas, incluyendo a mi hermana mayor que acababa de llamarme al móvil para pedirme que recoja a mi sobrina de la guardería. Volviendo bruscamente a la realidad, apresuré mis pasos hacia el vehículo que había dej...

Mi Ángel de Invierno

Una sencilla historia de amor, con reminiscencias cotidianas de Invierno, que nos recuerda lo maravilloso de enamorarse, atreverse a amar y caminar con alguien por la vida.

MI ÁNGEL DE INVIERNO. Por Vinka.

La conocí por accidente una tarde de invierno.

Era el comienzo de mi período de vacaciones que, por unas pocas semanas, me había regresado a mi tierra natal.

Caminaba por el parque, tranquila, como solía hacer cada vez que nevaba sin viento, contemplando las gráciles pelusas blancas caer erráticamente, en cámara lenta, a su destino terrenal y escuchando ese característico silencio que intensificaba el crujir de mis botas al aplastar el níveo suelo.

...

23 de Febrero

No me di cuenta de su presencia hasta que me topé con ella. ¿Un ángel? ¿Un demonio? Tampoco supe. Lo único que conocí esa tarde fue su inquietante historia y comprendí cómo sutiles detalles pueden llegar a transformarse en crueles evocadores de recuerdos. ¿Moraleja?

23 de Febrero. Por Vinka .

No me di cuenta de su presencia hasta que me topé con ella. ¿Un ángel? ¿Un demonio? Tampoco supe. Su mano sin querer rozó la mía al abrir la puerta y su frío me traspasó la piel, como una punta de lanza perdida clavándose en mi sensibilidad.

Levanté la mirada para ver a la dueña de esa gélida extremidad.

Por primera vez en mi vida, "hermosa" me pareció una palabra insuficiente.

Sus ojos se conectaron con los míos durante un instante, demasiado f...

Me perdí en tus ojos (4)

Entrega final de esta romántica historia.

Dejo a Uds. esta última entrega.

A todos. Eternas gracias por seguirme en esta aventura, por sus comentarios y valoraciones. Vinka.

Así llegó el Martes, día en que debíamos regresar a la ciudad, a nuestras rutinas y a enfrentarnos con el mundo. Salimos después de almorzar, no si antes prometerle a nanny que volveríamos el próximo fin de semana y soportar una vez más sus efusivos abrazos. Habían sido unos días soñados, viví en ellos más intensamente que en toda mi vida, me sentía plena, fel...

Me perdí en tus ojos (3)

Valentina y Daniela... continúa el amor... aparece la sensualidad.

A Lilien, diosa terrenal y musa inspiradora, con amor y gratitud… el reloj detenido ha marcado nuevamente la hora exacta

Desperté temprano, el sol entraba por la ventana, nunca había descansado mejor en mi vida, la sensación de dormir con la persona que amas … sentir su respiración… su abrazo… su olor… su calor… es indescriptible con sólo palabras. Daniela estaba a mi lado, su rostro irradiaba placidez y satisfacción, tenía un gesto distinto que la hacía verse aún más bella, o tal vez eran mis o...

Me perdí en tus ojos (2)

¿Me encontré en tu mirada? Continuación de la primera parte, después de aquel sueño.

Infinitas gracias a todos por sus comentarios.

Da lo mismo si ocurrió, está ocurriendo o nunca ocurrió.

Es mi primer relato y sólo eso, un relato creado e imaginado por mi romántica mente y debo confesar que surgió por necesidad, fruto de la ansiosa espera por leer algo de Lilian, Susana o guapa, a quienes admiré desde que las conocí en estas páginas.

Aquí les ofrendo la segunda parte.

Durante la mañana me avisaron que la cátedra se suspendía por los preparativos de la fiesta de...

Me perdí en tus ojos (1)

Una profesora universitaria. Una alumna de último año. Un amor ¿imposible?

Me considero una buena profesional, en realidad muy buena, una de las pocas doctoras en mi epecialidad (ciencias médicas) que existen en el país y probablemente, la más joven. No es que sea una adolescente, vale, pero somos pocas las que tenemos este grado académico a los treinta y cuatro años. Trabajo en la Universidad hace 10 años, haciendo mucha investigación y supervisión, lo que hace que a menudo pierda la noción del tiempo estudiando, así logré terminar mi doctorado en sólo 3 años. Valoro mucho...