Obsesionado con su hija.
Un padre muy necesitado, encuentra alivio.
El sexo se había vuelto algo cotidiano en mi vida, no concebía pasar, un día sin disfrutar de una pija, y no era selectiva, ya sea por tamaño, forma, color, ni nada, solo quería disfrutar una, y si era una nueva mucho mejor. Los fines de semana se me complicaban con mis padres en casa, pero igual buscaba la forma de inventar algo para poder disfrutar de una, aunque sea una. Recuerdo estar fuera de casa, ya sea caminando, en el transporte público, viendo a mis profesores, comerciantes, y demás, y solo pensar...