Melodia a 4 manos.
Una noche, un bar, una morena, una pelirroja y la fantasía se desata...
Melodía a cuatro manos
Te encuentras sentado solo en la mesa de un bar cualquiera. Ya es de noche. Llevas unas cuantas copas, pasas las manos por tu cabello. La rutina y el agobio del día, se confabularon para llevarte hasta aquel local buscando un lugar donde relajarte.
El ambiente está a media luz, ya queda poca gente. Como tantas veces, contemplas en la barra el ritual de otros tíos, como piden y dejan relucientes, sucesivamente, un vaso tras otro, una copa tras otra, pero hoy ademá...