Su polla fue un imán para mi mujer

Relato real de cómo mi esposa vuelve a tener tres pollas para ella y conocemos la polla de J.

Era la cuarta vez que íbamos al club en cinco semanas (aquí podéis leer el primer relato, el segundo y el tercero). Habíamos pasado de más de diez años de monogamia y fidelidad a que en poco más de un mes cuatro hombres se hubiesen follado a mi mujer en mi presencia. Por cierto, no os he hablado de mi esposa pero hoy voy a hacerlo. Se llama R. Es de altura media, delgada, con cabello y ojos castaños, tetas medianas y un culo tremendo. Siempre va completamente depilada. Es muy bonita de cara, culta y muy int...

Mi esposa y yo en un club liberal: tercera vez

Relato real de cómo volvemos al local liberal y mi esposa folla conmigo y otros dos hombres

Habían pasado sólo tres semanas desde nuestra primera aventura en un club liberal (aquí podéis leer el primer relato y el segundo ) y mi mujer estaba desnuda cabalgándome. Era la tercera polla que disfrutaba esa noche.

Unas horas antes salíamos de casa con intención de cenar y terminar la noche en el local después de lo mucho que habíamos disfrutado en nuestras anteriores visitas. Mi esposa llevaba un vestido neg...

Mi esposa y yo en un club liberal: segunda vez

El relato real de cómo mi esposa y yo regresamos al local liberal y un joven semental se la folló repetidamente

Como ya dije en el anterior relato esta es una experiencia real, de ahí que omita nombres y descripciones. Mi esposa y yo llevábamos dos semanas de sexo intenso. Era recordar lo que habíamos vivido en el club, calentarnos y ponernos a follar. Vivíamos permanentemente excitados así que no es de extrañar que decidiésemos volver y repetir la experiencia. Ninguno de mis temores se había cumplido. No nos sentíamos culpables, celosos o distintos: seguíamos siendo la mi...

Mi esposa y yo en un club liberal: primera vez

El relato real de cómo mi esposa y yo acudimos a un local liberal donde vi cómo un extraño se la follaba delante de mí

Estábamos delante de la puerta del local y nos mirábamos nerviosos. Acudir a un local liberal era un gran paso con el que habíamos estado fantaseando durante meses. Pero dejarme que os explique.

Esta es una historia real. Tan real que ni me inventaré nombres, ni lugares, ni nos describiré con exactitud. Sólo os diré que somos una pareja todavía joven pero con más de diez años de matrimonio y con hijos. Mi esposa es una mujer muy atractiva pero sobre todo sexy, guapa de cara y con un cuerpo en forma de...