Mi masajista preferido
Voy a darme un buen masaje, y en vez de relajarme me excita un montón
Llevaba unos días con dolor de espalda, me tomé calmantes, pero seguía con bastantes molestias. Normalmente en estos casos iba a una clínica de fisioterapia cerca de casa, pero la verdad es que los precios eran bastante elevados, y no me venía demasiado bien el gasto. Así me dispuse a buscar por internet alguna alternativa más económica, sabía que por el barrio podría haber alguna alternativa mejor para mí. Después de un rato, encontré un anuncio curioso, justo a un par de calles de mi casa, donde un fisio...