Cuñados bajo el mismo techo.

Daniela va a vivir a casa de su hermana mayor pese a no soportar a su cuñado, Enrique. Allí hace lo que le da la gana hasta que Enrique toma cartas en el asunto. Eso hará que ella cambie su actitud.

Desde que Daniela está en casa la vida se le hace a Enrique insoportable. Siempre le pareció una hija de puta con aires de grandeza. Había pasado lo de siempre; se cansó del noviete de turno (o el noviete de turno se cansó de ella) y tuvo que irse con las maletas a otra parte. Con la diferencia de que esta vez no tenía trabajo y no podía apañarse un pisito de alquiler, por lo que acabó acudiendo a su hermana Marisa y ocupando la habitación de invitados. Y allí se había puesto a campar como si fuera su casa....

El marido domado.

A punto de dejar a mi marido porque es un egoísta en la cama, éste me propone algo para que me asegure de que se va a esmerar en mi placer. Empiezo entonces a descubrir lo dócil que es.

EL MARIDO DÓMADO.

Era otra de esas tantas madrugadas en las que me despertaba porque él me sacaba las tetas del camisón y me las empezaba a magrear.

Pese a llevar más de dos años casados, Germán no había perdido lo más mínimo el deseo que sentía por mí. Es más, éste parecía incrementarse conforme pasaba las semanas, los meses, los años a mi lado. No eran pocas las noches que se acostaba después de mí y, encontrándome dormida, se arrebujaba en mi espalda y me magreaba un poco hasta que me de...

La mujer que quiso ser puta

Esta es la historia de una mujer que quiso ser tratada como una puta. También es la historia de dos jovencitos que tuvieron la suerte de encontrarla.

LA MUJER QUE QUISO SER PUTA

Yolanda se toma el café despacio, a sorbos lentos, en la barra del bar. Se la ve bastante abatida, absorta en sus pensamientos. Su mano derecha juguetea con una caja pequeñita de cerillas. Saca una, se enciende un cigarrillo, y sigue jugueteando con la caja, que tiene dibujada la silueta desnuda de una mujer de generosos pechos, y en el reverso, escrito en letras rosas, pone: Ladys, tu paraíso .

Aparte de los cuatro gatos que toman el café en la barra, y del...

La buena esposa.

Cuando mi marido me deja unos días con su amigo yo no puedo evitar ir buscando su polla, por lo que éste decide castigarme y enseñarme a ser una buena esposa antes de que vuelva mi marido.

LA BUENA ESPOSA.

Mi marido me folla despacio mientras me dice al oído que me quiere. Que no me preocupe, que pronto volverá a por mí y podremos cumplir el sueño de nuestra vida. Que la casa nueva tiene un jardincito pequeño donde podré plantar mis rosales y mis margaritas. Que en invierno me hará el amor junto a la chimenea. Él me dice eso y yo dejo fundir sus palabras en mi orgasmo. Me corro y me quedo serena, como dormida, acomodada en su abrazo. Me besa el cuello y la espalda hasta que me ven...

Cinco noches

A cinco días para terminar las vacaciones con mi novio, nuestro compañero de piso se mete en mi cama aprovechando su ausencia.

Tengo novio de toda la vida. Y cuando digo de toda la vida me refiero a desde que tengo cierta conciencia adulta, ya desde mi temprana adolescencia, lo que, a mis 26, hace un total de 12 años con novio.

Después de 12 años juntos, no es de extrañar que Dani y yo nos comportemos prácticamente como un matrimonio; no recuerdo ya la última vez que no salimos juntos, o que no veraneamos juntos. Donde quiera que vaya él, allí estoy yo y viceversa. Y es por eso por lo que, cuando ese verano decidió irse...

El juguete de Tomás

Así me convertí en el objeto de un enfermo mental, en su juguete.

EL JUGUETE DE TOMÁS.

Fue hace a penas un par de meses que encontré trabajo. Siempre me he dedicado a la asistencia privada de ancianos que, por alguna razón, no pudieran valerse por sí mismos y hace poco más de dos meses que falleció el último al que estaba asistiendo.

Ni diez días habían pasado cuando me llamaron ofreciéndome mi actual empleo.

Era algo distinto a lo que yo estaba acostumbrada; quien necesitaba mis cuidados no tenía ningún tipo de enfermedad o invalidez física, sino...

Sofía quiere ser esclava

Sofía ha sabido siempre que quería un amo que la dominara y la tratara como a la puta que sabe que es. Sebastián al fin se ha dado cuenta y va aprendiendo poco a poco como tiene que tratarla.

Uf! Me ha costado un montón escribir este relato. Quizás me haya quedado un poco largo pero no he querido separarlo en distintas partes. No obstante, lo he dividido en capítulos por si alguien no lo quiere leer del tirón. Espero que os guste. Como siempre espero vuestras opiniones.

Aprovecho para dar las gracias a todos aquellos lectores que me han dejado algún comentario en alguno de mis relatos anteriores (en especial a Corsario Negro, que ha dedicado unas palabras a todos y cada uno de mis hi...

Enseñando a Nuria a quererse

Nuria nunca se ha corrido a pesar de llevar muchos años casada. Su sobrino va a demostrarle que todavía está viva.

Uno, dos, tres,.…Nuria siempre contaba, siempre era hasta veinte: era el tiempo que tardaba su marido en correrse con muy poco margen de error…..cuatro, cinco, seis,…..estaba postrado encima de ella, rara vez era de otra forma, no conocía muchas más posturas y no necesitaba innovar…..siete, ocho, nueve…..era viernes. Él la follaba los viernes y, eventualmente, los domingos si ganaba su equipo al football……diez, once, doce……él no lo notaba pero ella estaba seca, hacía mucho tiempo que no se excitaba al...

Mi oscura obsesión

Mi obsesión por el sexo anal me lleva a experimentar con mi agujero, que cada vez se hace más elástico.

Soy mujer de 25 años. Mi nombre no importa. Mi aspecto físico tampoco. Lo único que importa es mi culo. Tengo un culo chiquitito y respingón, que cabe en una talla 36 de pantalón. Bastante blanco por la falta de sol (a pesar de que de vez en cuando me dejo caer por la playa nudista). Su piel es suave y sedosa y lo tengo bastante firme (no en vano he hecho deporte todos estos años). Me gusta vestirlo con tangas que se pierden entre mis glúteos y cuya tira me proporciona un contacto con mi ano rosado. M...

Mi leche diaria

Me apueto con mis amigas que puedo conseguir hacerle una mamada a mi profesor. Pero...

Estaba en clase de derecho fiscal, el hueso de la carrera, la típica asignatura de todas las carreras que siempre queda la última aunque lleves matriculada en ella desde el primer año. Este era el tercer año que yo la cursaba.

El profesor que la impartía era bastante joven (en comparación con el resto de los profesores), apenas llegaría a los cuarenta. Al contrario de lo que cabía esperar por su juventud, era uno de los profesores más serios y estrictos de la carrera, nunca lo había visto sonreí...