El secuestro de Mar (2)
Continuan las desgracias de Mar.
Mar estaba helada hasta los huesos y temblaba incontrolablemente mientras gateaba hasta la puerta principal de la granja, Aldo abrió la puerta y entró seguido por Mar apoyada sobre sus manos y las rodillas mientras Anton la pateaba en el culo ladrándole, "¡Entra ahí perra!".
Anton le lanzó a Mar una toalla, diciéndole que se limpiara mientras él y Aldo comenzaron a quitarse sus ropas mojadas. Después de secar con la toalla el barro y agua de su estremecido cuerpo, se envolvió la toalla alrededor...