Los polos opuestos se atraen (2)
Las chicas han quedado para cenar y Lara no se esperaba lo que iba a pasar.
Ya eran las ocho de la tarde y nos estábamos preparando. Yo me había puesto un mini vestido negro precioso con la espalda abierta y unos zapatos a juego, con el pelo suelto y Ana llevaba un vestido rojo con un escote de infarto, con unos zapatos negros. Estaba inquieta desde lo de esta mañana, seguía sin asimilar lo que había pasado.
– Estás muy rara desde esta mañana. ¿Ha pasado algo? – Me dijo Ana desde el baño, estaba acabando de maquillarse. – No no. Todo bien. – Cómo iba a estar bien. A ver, habí...