¿Negocios o placer?
La química y las chispan han saltado entre dos empresarios.
Camino por las calles en busca de esta nave que según me han dicho tiene los mejores mármoles de la ciudad, el sonido de mis tacones resuena a paso ligero mientras intento llegar antes de la hora del cierre, giro en una esquina y finalmente me encuentro ante la fachada de la anhelada nave, las luces aún están encendidas y me adentro en sus instalaciones. Parece no haber nadie, llamo nuevamente al timbre y pasados unos minutos la puerta se abre y emerge detrás de ella un caballero de ojos miel que te hacían...