La mujer de mis sueños

Si la vida nos da la posibilidad de encontrar esa mujer soñada tras una separación o divorcio, es para estar bastante más que satisfecho

Ante todo voy a presentarme: mi nombre en Alberto, tengo 32 años y vivo en Barcelona. Trabajo en una empresa como asesor financiero, compaginando este empleo con el de profesor no numerario en la Facultad de Empresariales.

En cuanto a mi vida sentimental se refiere, hecho por el cual narro este relato, os diré que estaba casado desde hacía dos años con una hermosa joven de 22 años, y a pesar de la diferencia de edad entre nosotros, creía estar completamente enamorado de ella, aunque últimamente las co...

¿Amor para olvidar?

Me encuentro completamente aturdida. No podía ser el poder sentirme tan feliz y a la vez sentir una angustia que me hacía temblar todo el cuerpo y qué decir de mi cabeza, estaba a punto de estallar.

Me encuentro completamente aturdida. No podía ser el poder sentirme tan feliz y a la vez sentir una angustia que me hacía temblar todo el cuerpo y qué decir de mi cabeza, estaba a punto de estallar. Y es que no era para menos. Me encontraba ante un gran dilema y no sabía como resolverlo. Mi corazón tenía claro que debería hacer, pero mi mente no lo llegaba a admitir.

Antes de volver a ese momento en el que mi mente parecía explotar, conviene hacer un repaso de las vivencias que he tenido en estos úl...

Madre depresiva

Fuera miramientos y prejuicios. Es tal mi satisfacción y mi grado de felicidad actual, habiendo superado mi estado depresivo y mi aversión a los hombres, que hasta me he atrevido a incluir en esta narración el hecho tan horrendo al que fui sometida en el pasado.

Fuera miramientos y prejuicios. Es tal mi satisfacción y mi grado de felicidad actual, habiendo superado mi estado depresivo y mi aversión a los hombres, que hasta me he atrevido a incluir en esta narración el hecho tan horrendo al que fui sometida en el pasado.

Doy marcha atrás al tiempo en el que era joven, demasiado joven. A pesar de estar bien desarrollada, apenas había cumplido los 16 años cuando me vi atenazada y obligada a meterme dentro de un coche. Eran las fiestas de mi pueblo y tenía permis...