La noche con Rebeca

Rebeca recorría con su lengua mi cara, mi cuello, mi pecho, mis senos y mi vientre mientras yo me dejaba hacer...

Hola, soy Vanessa. Voy a terminar de contar lo ocurrido en la fiesta de Rebeca.

Como recordarán, mi amiga Rebeca organizó una fiesta de cumpleaños que terminaría hasta tarde, lo que me dio el pretexto para pedir permiso de quedarme a dormir en casa de ella. Gracias a la intervención de su Tía, mi papá accedió. De obsequio, le compré un juego de lencería negro, muy similar al que yo vestía, sólo que el mío era blanco. Durante la fiesta conocí a su "prima" Miranda, que resultó ser Eric, su hermano...

Sueño eròtico Nº 2: Alberto y yo

-Hueles muy bien… -me dijo – Amareto y… Sexo. Y entonces lamió mi muslo. Vibré. Pensé: “ No puede ser, soy una zorra. Deseo que me haga el amor…”

Hola, soy Vanesa.

Tras el agitado ejercicio que habíamos realizado Rebeca  y yo, quedamos exhaustas. Me quedé dormida con la cabeza de mi amiga sobre mis pechos. Fue un sueño plácido, cómo nunca lo había experimentado.

Desperté, un poco confundida y sedienta. La que ahora consideraba mi amante yacía a mi lado. Me senté en la cama  y me quité las medias, pues comenzaban a molestarme un poco. Como todo estaba oscuro, no encontré qué ponerme, así que salí desnuda del cuarto y me dirigí a la co...

La historia de Miranda

Antes de que mi hermana regresara, comencé a desvestirme y a guardar todo en su lugar. Me miré una vez más en ropa interior con la peluca puesta y la erección fue más fuerte. Al bajarme las pantaletas toqué mi pene y empecé a sobarlo y al mismo tiempo sentí un placer extraño. Me imaginé vestida, saliendo a la calle, viendo los aparadores de las tiendas mientras algún niño me miraba y me silbaba. Entonces ocurrió

Hola, mi nombre es Vanesa.

En esta ocasión les contaré lo que ocurrió la noche del cumple de mi amiga Rebeca.

Como recordarán, mi papá me había dado permiso de quedarme a dormir la noche de la fiesta en casa de mi amiga, gracias a la ayuda de su tía Penélope.

Mi papá me compensó la pérdida de tiempo (los albañiles se fueron tarde y evité siquiera verlos, no fuera a ser que se cumpliera mi sueño) dándome dinero extra para que comprara un vestido para la fiesta. Como las tiendas depart...

Sueño erótico Nº 1: Poseída

Me tiró hacía atrás de la trenza, dejándome recostada boca arriba, con los senos de fuera; con sus manos grandes cubría cada uno de ellos y los apretaba duro, mordiéndolos de vez en cuando. Me levantó la falda e intentó bajarme las pantaletas, pero al ver que oponía resistencia me las rompió de un tirón, dejándole ver mi sexo que comenzaba humedecerse

Hola, mi nombre es Vanessa.

Ya en otras ocasiones he relatado algunas de mis primeras experiencias relacionadas con el erotismo. En la historia anterior, narré mi primera experiencia lésbico-sensual (realmente, a pesar de que mi amiga y yo no llegamos a hacer el amor, sí era la primera vez que alguien me tocaba de esa manera… ¡y qué manera!).

Pasó un buen tiempo antes de que Rebeca y yo pudiéramos intimar de nuevo. Los primeros días en el Cole eran bastante agitados y fueron muchas las tar...

La Tía Penélope (3)

Acariciaba de manera circular sus caderas y su hermoso trasero al tiempo que ella metía mano bajo la falda del uniforme y por sobre mis pantaletas sobaba con el pequeño vibrador. Había comenzado a escurrirme, era una sensación deliciosa

Hola, mi nombre es Vanessa y tengo 19 años.

Ya en otras dos ocasiones he contado acerca de una experiencia mórbida con el Profe de mate en "El punto de pase" y también les conté acerca de la primera vez que me masturbé en "Mi primer toqueteo" . Hace poco comencé a relatar la introducción de lo que ocurrió cuando conocí a "La Tía Penélope" , la pariente de mi amiga Rebeca, que tiene unas obsesiones bastante truculentas.

De igual manera, he relatado cómo es que la tía, hiz...

La Tía Penélope (1)

Debido al estiramiento, la prenda a duras penas cubría mi pubis marcando sobretodo la línea de la entrada a mi vagina además de mostrar una mata de vello púbico bastante abundante. Cuando hice algunos movimientos (como doblarme hacia atrás, agacharme e incluso brincar) uno de mis pechos, el del lunar, quedó completamente de fuera. Al memento me di vuelta y me cubrí, pero noté también que de abajo quedaba visible parte de mi sexo.

Hola, mi nombre es Vanesa y tengo 19 años.

Ya en otras dos ocasiones he contado acerca de una experiencia mórbida con el profe de mate en "El punto de pase" y también les conté acerca de la primera vez que me masturbé en "Mi primer toqueteo"; pues bien voy a contarles algo que ocurrió tan sólo unos meses después del último relato

Habían entregado ya las calificaciones finales de secundaria y conseguí pasar todas las asignaturas con un promedio bastante aceptable (incluida matemáticas, je j...

La Tía Penélope (2)

-Ni se te ocurra – le gritó y a continuación le clavó las uñas en el pecho, bajándolas hasta el ombligo. Él aulló tan fuerte que más parecía un perro lastimado por una gata en una pelea callejera, que alguien que está teniendo sexo. Pero ella se iba y se venía, cada vez que se daba cuenta de que su pareja podría hacer lo mismo, con crueldad repetía los rasguños. Luego de jadear intensamente, ella se recostó sobre el pecho sanguinolento del amante, lo besó sobre la máscara y le dijo: “Ahora sí, vas tú…”

Hola, mi nombre es Vanesa y tengo 19 años.

Ya en otras dos ocasiones he contado acerca de una experiencia mórbida con el profe de mate en "El punto de pase" y también les conté acerca de la primera vez que me masturbé en "Mi primer toqueteo" . Hace poco comencé a relatar la introducción de lo que ocurrió cuando conocí a "La Tía Penélope" , la pariente de mi amiga Rebeca, que tiene unas obsesiones bastante truculentas.

La introducción concluía así:

"Entonces escucha...

Mi primer toqueteo

Me introduje en la tina y el calor del agua provocó un estremecimiento en mi espalda. Me recosté permitiendo que el agua me envolviera en abrazo total. Abrí mis piernas y, con cierta timidez al principio, toqué mi clítoris. Lo acaricié lentamente, gozando el hormigueo; mientras, con mi mano izquierda, frotaba mis pezones que estaban hinchados y erguidos.

Hola, mi nombre es Vanesa y tengo 19 años.

Lo que a continuación contaré es lo que ocurrió después de lo sucedido en el relato titulado "El punto de pase".

El relato concluía de la siguiente manera:

"Rápidamente arranqué las dos hojas de la libreta y las dejé sobre el escritorio al tiempo que el maestro me sonreía y me decía:

‘Buena niña, has terminado tus deberes; tienes tu punto de pase’.

Tomé mi mochila y salí corriendo del departamento con una sonrisa por haber obtenido...

El punto de pase

La tanga era de por sí cortita y muy coqueta, lo mismo que el bra; pero ya el Profe no sólo la olía, la chupaba y con la otra mano había sacado su miembro y se masturbaba. Fue entonces que me pidió que levantara la falda y abriera las piernas mostrándole mi sexo completamente. Ya nada más faltaban cincuenta veces.

Hola, mi nombre es Vanessa y tengo 19 años.

Soy hija única. Mi madre falleció cuando tenía 8 años y desde entonces ha sido mi padre quien se ha encargado de mí. Supongo que para un hombre resulta incómodo criar sólo a un hijo, sobretodo, cuando es del sexo contrario. Explicar la menstruación, enseñar a utilizar las toallas sanitarias o comprar el primer sostén crean situaciones bastante embarazosas (aunque cómicas); pero esas mismas situaciones crearon un lazo de confianza mutuo.

Comprender...