La sombra capítulo 4

–Puedo tomar la forma que quieras. –me dijo la sombra. –Sólo tienes que desearlo... La miré jadeando. No sabía qué hacer. No sabía cómo actuar. No sabía qué pedir...

Llegamos hasta casa, donde corrimos a refugiarnos. No vimos a nadie dentro. El chófer se marchó y nosotras subimos las escaleras, dejando gotas de lluvia a nuestro paso. Nos refugiamos en su cuarto y, sin cambiarnos, nos tiramos sobre la cama. Puso música con un mando a distancia y le dije:

–Estos días son los típicos que echaré de menos cuando pase el tiempo. Son los que cuando mire hacia atrás, recordaré con mucha ilusión y añoranza y se me morirá algo por dentro.

–No seas boba, repetiremos es...

La sombra capítulo 3

–Puedo tomar la forma que quieras. –me dijo la sombra. –Sólo tienes que desearlo... La miré jadeando. No sabía qué hacer. No sabía cómo actuar. No sabía qué pedir...

Nos preparamos para salir de fiesta. La lluvia seguía estropeando la emoción de bailar por la calle y que nos acosasen los borrachos y sintiéramos ese miedo de que nos aconteciera cualquier desgracia. O eso decía Lubi. Era muy provocativa. Y demasiado desentendida. Como si el mundo estuviera en otra sintonía distinta a la suya, y no al revés. Soberbia, altiva, orgullosa, pero amigable. ¿Qué pasaba por su cabeza para creerse por encima de todo? O mejor dicho... ¿qué pasaba por su alma? Sonreía, contoneando s...

La sombra capítulo 2

–Puedo tomar la forma que quieras. –me dijo la sombra. –Sólo tienes que desearlo... La miré jadeando. No sabía qué hacer. No sabía cómo actuar. No sabía qué pedir...

Agua goteaba de las gárgolas que decoraban la fachada de la mansión. Una llovizna ligera caía sobre el jardín. No resultaba molesta más que por las nubes que tapaban el cielo. Lubi aseguraba que de noche se veían las estrellas desde el jardín. Me quedaría con las ganas de verlas. Quizá toda la vida. No tenía pinta de querer dejar de llover en las próximas dos semanas. Sólo veríamos nubes, y nubes, y nubes.

–¿Veremos alguna cara bonita algún día? –pregunté resignándome.

–Si el hombre del tiempo n...

La sombra capítulo 1

–Puedo tomar la forma que quieras. –me dijo la sombra. –Sólo tienes que desearlo... La miré jadeando. No sabía qué hacer. No sabía cómo actuar. No sabía qué pedir...

No me sentía muy a gusto estando allí. Era la mansión de Lubi, mi mejor amiga. Se encontraba a cinco kilómetros del pueblo. Era un lugar que parecía glorioso a la vez que espantoso.

Una verja gigante la cercaba. Tenía un jardín extenso, decorado con arbustos en forma de elefantes o jirafas, así como una excelsa fuente que no paraba de fluir, enfrente justo de las escaleras de la entrada. Detrás de la mansión había un pequeño estanque natural donde colocó una estatua de un ángel. Más allá: bosque.

...

Navidades calientes 3 (fin)

Sandra celebra la Navidad junto a su familia. Sus hijos corretean por el salón mientras sus padres, sus suegros, el matrimonio de su hermana, de su cuñado y de unos vecinos se encargan de preparar una Navidad inolvidable.

Habilitamos una zona para fumadores. Un cuarto pequeño y casi vacío en la segunda planta donde la pompa de humo invadía el pasillo, haciéndose un olor casi insoportable para los que no fumábamos. No podíamos abrir ninguna ventana, no sólo por el colapso de nieve sino por el terrible viento que empujaba las ventanas. Era el tercer día, y la tormenta parecía que no iba a amainar nunca.

Allí se hallaba Jack, echando un cigarro. Me acerqué a él. Era el único en la habitación, así que tuvimos un momento a...

Navidades calientes 2

Sandra celebra la Navidad junto a su familia. Sus hijos corretean por el salón mientras sus padres, sus suegros, el matrimonio de su hermana, de su cuñado y de unos vecinos se encargan de preparar una Navidad inolvidable.

Capítulo II

El estomagó comenzó a dolerme. ¿Eran remordimientos o gases? Miré a mi familia observando sus regalos, sonriéndose y compartiendo momentos felices y preciosos. La verdad es que si no fuera tan estresante sería mi época favorita del año. No pude evitar pensar en un buen cóctel en una playa caribeña con la brisa marina acariciando mi cuerpo bronceándose al sol y mis pies hundiéndose en la arena.

—Sandra —dijo mi suegra, despertándome de mi ensoñación. La brisa que me acariciaba era...

Navidades calientes

Sandra celebra la Navidad junto a su familia. Sus hijos corretean por el salón mientras sus padres, sus suegros, el matrimonio de su hermana, de su cuñado y de unos vecinos se encargan de preparar una Navidad inolvidable.

Capítulo I

La nieve empezaba a obstruir las ventanas. Hacía rato que las puertas se habían quedado atascadas. Mi marido, Tommy, no dejaba de echarle leña a la chimenea, aumentando su llama, aumentando el calor. Toda la familia estaba reunida. Mis padres, los suyos, mi hermana, su hermano, las parejas de ellos con sus respectivos hijos, e, incluso, los vecinos de al lado, ya que no pudieron irse con su familia debido al clima. Es lo que pasa cuando tienes vacaciones el mismo día de Nochebuena y no...

Mi hombre... lobo capitulo V

Mientras me besaba, sus robustas manos me acariciaban, primero las mejillas, luego los brazos, hasta acabar en mis nalgas.

Sus besos me despertaron. Sus fuertes labios recorrían mi cuerpo. Pero ya no tenían el salvajismo que lo caracterizaban. ¿Qué era? Estaba besándome… con ternura; con muchísima ternura. Eran besos suaves posándose sobre mi piel. Empezó en mis labios, y fue bajando con dulzura por mi cuello, por mi pecho, por mis senos, por mi tripa, en mi ombligo, y en mi cadera. Mientras me besaba, sus robustas manos me acariciaban, primero las mejillas, luego los brazos, hasta acabar en mis nalgas. Yo estaba bocarriba en l...

Mi hombre....lobo capitulo III

Con mi lengua saboreé todo su pene. Desde el escroto, hasta la punta....

Capítulo 3

  • No tengo a dónde ir. - le dije, tumbada a su lado. Me acarició el hombro y me dijo:

  • ¿Quieres venirte conmigo? Vivo en una cabaña dentro del bosque.

  • El bosque a estas horas… ¿no será peligroso?

  • Todo el mundo es peligroso, querida mía.

  • ¿De verdad quieres llevarme contigo?

  • Claro… - dijo apartándome con suavidad el pelo que caía por mi frente. Me sonrió y besó mis labios. Cerré los ojos cuando lo hizo, transportándome a un mundo donde me sentí amada y d...

Sangre, alcohol y sexo capitulo III

Se quitó los pantalones y el tanga. Sus fluidos vaginales caían por sus piernas. Sí que estaba excitada, sí.

Capítulo 3

Desperté en mi hotel, desnudo en la cama, con cinco botellas a mi alrededor. De nuevo vigoroso, pero mi alma desanimada. Aunque tuviera ganas de comerme el mundo, lo que más me comía era el coco. Otra noche que despertaba sin recordar lo sucedido. ¿Tanto había bebido? ¿Tan poco me dolía el cuerpo?

  • ¿Qué cojones está pasando? - pregunté al aire mientras me frotaba la cara e intentaba recordar lo que podía. Mis últimos recuerdos eran sobre ir con Ignacio a la granja de Pepe el joputa....