La noche de un día agitado
Sin saber cómo ni cuándo mi mujer y yo terminamos involuntariamente envueltos en un extraño trío. Pero lo más desconcertante para ambos, fue que a pesar de lo traumático de la situación, la verdad es que lo disfrutamos como no podríamos jamás habernos imaginado.
LA NOCHE DE UN DIA AGITADO
Ese día, después de una abrumadora jornada de trabajo, llegué a casa a las diez de la noche aproximadamente. Me extrañó encontrar la casa con todas sus luces apagadas. Comencé a recorrer mi hogar buscando a mi mujer que debía estar en alguna de las habitaciones; cuando entro a la cocina veo como en la puerta del refrigerador, sostenido por un imán, hay una nota de ella en que aparece un número de celular desconocido por mí, con el encargo de que la llame apenas lea el...