El genio de la lámpara

Una mujer perdida por el desierto encuentra una lámpara...

El genio de la lámpara

La mujer reptaba sobre la ardiente arena del desierto ya sin fuerzas para caminar erguida. Hacía ya casi tres días que vagaba por las vastas llanuras, subiendo y bajando dunas, una detrás de otra en una infinita secuencia que no parecía tener fin. Cada vez que llegaba a lo alto de una, asomaba la cabeza hacia el otro lado para descubrir una nueva duna, más alta e imponente que la anterior. Y tras esa, otra. Y luego otra más. El primer día había caminado alegre aun sabiendo...

Raquel y yo (7)

Raquel me despierta a media noche para ir a ver cómo follan Paz y su marido...

Nunca he tenido problemas para dormir en camas que no sean la mía. Raquel en cambio, cada vez que se acuesta en una cama extraña comienza a dar vueltas y vueltas sin lograr conciliar el sueño mientras yo a su lado me duermo en unos pocos minutos y comienzo a roncar, con lo cual ya le resulta casi imposible dormirse y empieza a darme codazos para ver si me callo. Esa noche me sacudió con fuerza y me giré en la cama todavía dormido, pero ella volvió a propinarme un fuerte empujón.

  • Javier, Javier...

Raquel y yo (8)

Atrapados en el jardín asistimos a un nuevo espectáculo entre Paz y su marido...

Sentía el desnudo cuerpo de Raquel contra el mío apretujándose en busca de un poco de calor, que la fresca brisa nocturna nos estaba arrebatando poco a poco. Yo la estrechaba entre mis brazos y ambos permanecíamos así acurrucados, en completo silencio. La verdad es que si alguien hubiera podido vernos de esa guisa no podría hacer menos que reírse ante la ridícula situación. Dos personas adultas totalmente desnudas de noche en un jardín y ocultándose como dos chiquillos bajo una ventana. Pero no podíam...

Raquel y yo (6)

Continuación del trío entre Fran, Raquel mi mujer y yo...

Antes de dirigirme al dormitorio me acerqué a la cocina y saqué una botella de cava del congelador, y tomando tres copas y una cubitera me encaminé hacia el dormitorio. Raquel y Fran ya se habían tumbado en la cama y se estaban besando mientras él extendía el poco semen que quedaba sobre sus tetas con la yema de los dedos. Al entrar y verlos carraspeé un poco para llamar su atención y tuve que hacerlo una segunda vez antes de que levantaran su cabeza y me miraran. Les enseñé la cubitera y tendiéndoles...

Raquel y yo (5)

Por fin, tras tanto tiempo, Raquel consigue a un hombre para meter en nuestra cama...y la espera mereció la pena.

A medida que se aproximaba el fin de semana sentía cómo mis nervios se iban tensando. Por fin iba a llegar el tan esperado y a la vez temido momento y no podía dejar de preguntarme como sería él. A pesar de que Raquel hacía ya más de un mes que me había comunicado que ya tenía un candidato para meter en nuestra cama, no fue hasta esos largos días en los que empecé a preguntarme con cierto temor como sería el hombre por ella escogido.

  • Prepárate –me dijo- porque el próximo sábado he invitado a c...

Raquel y yo (4)

En el capítulo anterior dí por culo a mi mujer. Ahora me llega el turno a mí, como preparación para el trío que ella me ha organizado.

En el último capítulo os conté como fue la primera vez de sexo anal con mi mujer, y esta vez quiero contaros cómo fue la mía. Aunque propiamente no fuera la primera, ya que ésta ocurrió hace ya más de veinte años cuando yo era todavía un adolescente y un tipo que se acababa de follar a mi novia me diera por culo. Pero bueno, imagino que ya estaréis al tanto de esa historia, así que no entraré más en detalles y os contaré como fue mi segunda primera vez.

Recordaréis cómo Raquel me pidió que le di...

Raquel y yo (3)

- Para, para. Métemela por el culo. Yo frené mis movimientos y me recliné hacia delante, pegando mi espalda a la suya y acercando mis labios a su oreja. - ¿Por dónde quieres que la meta? –le susurré al oído. - Métemela por el culo. Quiero que me des por culo.

La cama se movía rítmicamente golpeando contra la pared a cada nueva embestida, cada vez con más violencia. Raquel, a cuatro patas frente a mí, mantenía la cabeza enterrada entre las almohadas intentando ahogar sus violentos gemidos, aferrándose con crispados dedos a las sábanas de la deshecha cama. Aparte de eso lo único que se escuchaba en la oscura habitación eran mis propios gemidos, sordos y ahogados, y el repicar de mis huevos contra el coño de ella. Y estando ya casi a punto de correrme dentro...

Raquel y yo (2)

Tras escuchar a Raquel contándome como se acostó con Sonia me llega el turno de contarle lo que me ocurrió a mí con Paz y con Fran.

Raquel, mi mujer me cabalgaba frenética en un acelerado movimiento de vaivén que hacía que sus tetas se balancearan sobre mi cara de una forma tremendamente excitante. Pero después de haber escuchado su historia no era eso en lo que más me fijaba. No podía apartar mis ojos de su cara. Con los ojos cerrados y la boca entreabierta dejando escapar pequeños gemidos transmitía una gran carga sensual. Y mientras continuaba saltando sobre mí imaginaba que no era yo el causante de semejante mueca de placer, s...

Raquel y yo

Cuando mi mujer me preguntó si me importaría que se enrollara con otra tía nunca pensé que ya lo habría hecho...

Confesiones

Recuerdo con claridad la primera vez que me hizo la pregunta. Fue el verano pasado, estando de vacaciones en un pequeño pueblo del sur de Tenerife. Habíamos alquilado un pequeño apartamento y pasábamos el día en la playa, disfrutando de un merecido descanso. Estábamos tumbados en la cama del apartamento. Sobre nuestras cabezas batía el aire de forma mecánica con un sordo zumbido un viejo ventilador. Acabábamos de hacer el amor y ella se acurrucaba contra mí, acariciando mi pecho con...

Mis vecinos

¿Quien podría haber imaginado que mis vecinos serían capaces de revolucionarme de ese modo?

MIS VECINOS

Acabo de llegar a casa. Nada más entrar me he tirado sobre el sofá y cerrando los ojos he tratado de concentrarme en todo lo que me acaba de ocurrir. En mi mente guardo todavía hasta el más pequeño detalle y dudo mucho que se me pueda olvidar nunca, ya que no sé si alguna otra vez podré vivir un momento como este. Tras un largo rato echado reviviendo estas últimas horas, he decidido sentarme a escribir estas líneas, para tratar de describiros lo que siento. Tal vez a muchos de vo...