Raquel y yo (27 y fin)

Lo que se prometía como una excitante noche de sexo se convierte en una auténtica pesadilla

Violados

CONTINUACIÓN DEL RELATO RAQUEL Y YO (26) PUBLICADO EN LA CATEGORÍA "ORGÍAS"

Y Carlos la obedeció dócil como un corderito, más por deseo de volver a meterla de nuevo en su jugosa boquita que por sumisión a los caprichos de mi mujer. Y fue precisamente en ese momento en el que todo se torció, o mejor sería decir en el que yo lo arruiné todo y la jodí bien jodida. En el momento en el que Carlos se puso de pie al borde del sofá con la polla frente a la cara de Raquel y apoyándose con las...

Raquel y yo (26)

No siempre en los clubs de intercambio de parejas se consigue lo que uno desea y a veces hay que buscar algo de acción en la calle.

Noche de sexo con dos desconocidos

Todos aquellos que habéis ido siguiendo a través de estos relatos la historia de mi vida con Raquel ya os habréis dado cuenta de los grandes cambios que se han producido en mi relación con ella. En unos pocos años hemos pasado de una relación de pareja de lo más convencional a establecer una relación abierta a todas las posibilidades. Hemos hecho cosas que tan ni siquiera habríamos soñado con hacer cuando nos casamos, cosas que nos habrían avergonzado, cosas que ha...

Raquel y yo (25)

En donde Raquel se ofrece a un grupo de desconocidos mientras yo miro cómo uno a uno se la van follando.

Orgía en el parque (Segunda parte)

Al vernos aparecer tiró el cigarro al suelo y apagó la colilla con el talón. Se quedó mirándonos fijamente sin moverse y nosotros nos paramos bajo la tenue luz de la farola mirándolo a él, indecisos. Tras un largo momento de miradas cruzadas abandonó su posición y se giró dispuesto a marcharse, pero antes de dar un solo paso se volvió a girar y volvió a mirarnos. Raquel dio un par de pasos hacia él y con manos temblorosas abrió su abrigo y se acarició un pecho, est...

Raquel y yo (23)

Orgía en el parque: Raquel, tras obligarme a ver cómo se la follaban dos hombres me convence para ir a un parque y ver cómo se ofrece a quien quiera disfrutar de ella.

Orgía en el parque (Primera parte)

Continuación del relato de mis aventuras con Raquel, mi mujer. Sé que hace mucho tiempo que no había escrito nada, pero lamentablemente no siempre se puede disponer del tiempo necesario. Retomo la historia en el momento en el que la dejé, es decir, justo la noche en la que Wolfgang y Juan se acostaron con ella mientras yo miraba todo sentado en una silla.

Sin poder disimular cierto rubor que teñía su rostro de un delicado color rojo cereza, Raquel, mirándome...

Raquel y yo (22)

Tras ver cómo Wolfgang y Juan se follan a mi mujer me llega el turno de unirme a la fiesta...

En primer lugar me gustaría pedir disculpas por el retraso en la entrega de este nuevo capítulo de la serie., pero no siempre se le puede dedicar a esto todo el tiempo que a uno le gustaría. En fin, espero que guste a pesar de la demora

Mi turno

A pesar de su promesa de soltarme permaneció quieta observándome atentamente flanqueada por Wolfgang y por Juan que permanecían tendidos a su lado con sus pringosas y fláccidas pollas colgando inertes entre sus muslos. Finalmente, Raquel se levantó...

Raquel y yo (21)

- Por favor, Wolfgang, Juan,… tirárosla ya de una puta vez- dije con voz trémula, a punto de echarme a llorar-. Quiero que os la folléis y acabar con esto de una puta vez. Por favor.

Wolfgang la atrajo hacia él en un estrecho abrazo y la besó en la boca y Juan se unió desde atrás encajando su polla entre las nalgas de mi mujer y besándola en el cuello. Pude ver cómo ella se retorcía de gusto al sentirse atrapada entre aquellos dos hombres cuyo deseo podía apreciar abrasando su piel por delante y por detrás. Wolfgang se apartó de ella y con firmeza la empujó hacia la cama obligándola a subirse a ella de rodillas. La empujó con delicadeza hacia delante de tal forma que quedó a cuatr...

Raquel y yo (20)

Raquel, encendida su pasión tras verme con Juan y Andrea me propone un curioso trato...

En la penumbra del dormitorio veía la cabeza de Raquel ascendiendo y descendiendo en un rítmico movimiento que a pesar de su dedicación no lograba los efectos esperados.

— Raquel, déjalo ya. No creo que consigas ponérmela dura antes de unas cuantas horas. –Le dije una de las veces que se sacó aquel colgajo de carne de la boca para mirarme—. ¿Te parecen poco todas las veces que me he corrido? No puedo más.

Ella me miró decepcionada con ojos suplicantes mientras agarraba la fláccida polla y...

Raquel y yo (19)

Finalmente consigo acostarme con Andrea y con su marido ante Raquel, mi propia mujer, que se dedica a grabar todo el ecuentro con su videocámara.

A trompicones conseguimos llegar hasta el dormitorio. Yo me aferraba a aquella mujer sintiendo el calor de su piel contra mi cuerpo, estrechándola contra mí mientras su marido hacia lo propio desde el otro lado. Tan solo la liberamos de nuestro abrazo al llegar junto a la enorme cama de matrimonio que dominaba el dormitorio. La habitación era amplia, efecto acentuado por la ausencia de objetos. Tan solo la cama y un armario con enormes puertas correderas de cristal templado. No había ni mesa de noche,...

Raquel y yo (18)

Andrea está dispuesta a probar la experiencia de tener a dos hombres para ella y yo me muero de ganas de follármela, así que quedamos ella, su marido y yo. Y Raquel que va grabar el encuentro.

Aquel sábado me levanté pletórico y lleno de alegría a diferencia de Raquel que amaneció seria y de mal humor en contraposición al magnífico día que se anunciaba. Quizás fuera por pensar lo que iba a tener que presenciar esa misma noche si las cosas salían bien o tal vez las dudas no la habían dejado dormir. Y es que dentro de muy pocas horas íbamos a conocer a Juan y a Andrea y si todo marchaba como esperaba esa misma noche por fin podría tirármela bajo la mirada de Raquel. Era un asunto que ya había...

Raquel y yo (17)

Raquel descubre lo agradable que puede llegar a ser mostrar sus fotos desnuda a unos completos desconocidos a través de internet...

No sabía bien por dónde empezar. Raquel sentada a mi lado me miraba expectante y yo no podía menos que reconocer el enorme valor que había demostrado ella al confesarme su infidelidad. No tenía más que fijarme, ahí estaba yo que ni siquiera le había puesto todavía los cuernos y me daba vergüenza reconocer ante ella lo que había hecho. Y es que en cierta manera me sentía culpable como si realmente lo hubiese hecho, ya que había actuado a escondidas.

  • Tú sabes lo mucho que me impactó verte en la...