II. Mi primo: Casi nos atrapan
Luego de un mágico encuentro, el deseo puede más que el miedo
- Muy bien, ahoras eres un niño grande- levanto mi cara que ahora miraba el piso y me dio un largo beso en los labios - Ahora yo soy tu pololo y me debes hacer caso en todo.
Después de sacarme de la ducha me llevó en sus brazos de vuelta al dormitorio, seco mi cuerpo dándole especial énfasis a mi culo y espalda y me acostó en el rincón de la cama, yo tenía mucho sueño por todo el cansancio de lo que habíamos hecho, por eso me dormí enseguida.
Me desperté cerca de la 1 de la tarde y el cuerpo de mi...