Te espero en el bar
Después de varios mese sin vernos, quedamos en un bar poco frecuentado. No imaginábamos hasta qué punto nos deseábamos.
Yo estaba leyendo el periódico cuando la vi entrar con aquel vestido ligero de verano y venir hacia mi mesa.
¿Llevas mucho esperando? – Preguntó.
Diez minutos, no te preocupes. – Respondí.
Ella se sentó a mi lado, en el extremo de la pequeña mesa, a cuarenta y cinco grados de mi posición. Nos besamos cordialmente, hacía seis meses que no nos veíamos, y ambos sabíamos que ese era mucho tiempo. Hicimos un gesto a la camarera para que nos tomara nota. Pedimos una bebida cada uno y poco de...