Historias de Javi
Un joven chatea con una chica desde un cibercafé. Se citan y resulta ser una cuarentona de muy buen ver. Ella le propone tomar la última copa en su casa y él, más caliente que el techo del infierno, acepta encantado pensando en el festín que puede darse.
Las cuatro y cuarto de la madrugada de un frío sábado.
- ¡Ponme otra cerveza, anda!
- Una cerveza para el caballero - dijo con una sonrisa amistosa -. Invitación de la casa.
Le devolvió media sonrisa, recogió el tercio de la barra, se acomodó en su taburete y volvió a recostarse sobre la pared. Con una fugaz mirada comprobó de nuevo la hora. "Esta es la última, me la bebo y me voy. Ya no creo que aparezca" pensó. Estaba en un local de esos con máquinas para conectarse a Internet, había gastado u...