Humillada hasta el éxtasis

...la tomo firmemente de la cola de caballo y acomodo su cabeza, luego separo sus piernas lo suficiente para poder ver su completamente depilado pubis y de nuevo ajusto un poco su cabeza como si se tratara de un maniquí que estaba siendo acomodado para ser exhibido...

Entraron a la habitación, él vestido de traje, ella desnuda, con una mordaza en la boca y las manos atadas en la espalda. Él le ordeno sentarse en una banca de diseño muy simple, lisa, dura; la banca tenia encima un trozo de papel estraza que delimitaba claramente el lugar donde ella debía sentarse.

Asustada y a la vez curiosa y excitada se sentó como le ordenaron. Él corrigió un poco su postura, le hizo enderezar bien la espalda lo que de inmediato realzo sus esquicitos y aun tiernos pechos, la tomo...