Poker en casa
Me convertí en el pozo de una partida de poker.
Al igual que todos los últimos viernes de cada mes, un grupo de siete amigos de mi marido se había reunido, ahora en nuestra casa, en esa calurosa noche del mes de Diciembre para su tradicional partida de poker.
Luego de preparar para ellos emparedados y bebidas, subí a nuestra alcoba donde me desvestí y procedí a cubrir mi cuerpo con el sexy conjunto de dormir que mi marido me había dado como regalo de Navidad. Este se componía de un corto camisón y un minúsculo calzón, ambos de color blanco y ...