Cediendo ante los instintos salvajes
Una esposa solitaria y necesitada de servicios sexuales es auxiliada por el miembro de la familia menos esperado.
Adiós cariño... eran las palabras que Karen había empezado a odiar, ese sonido marcaba otro día mas a solas, los niños se iban a la escuela temprano por la mañana y regresaban hasta el final de la tarde, su esposo regresaba muchas veces cuando los niños ya estaban en la cama, ella lo esperaba ansiosa y amorosa pero Javier solo deseaba descansar y acabar con el día de una vez por todas.
Karen, a sus 29 años poseía un físico saludable y un fuerte deseo sexual que no estaba siendo atendido debida...