Susana y la azotea
En esta ocasión contaré lo que ocurrió en las vacaciones de la playa, durante los días siguientes a la nueva actitud de mi mujer Susana frente al sexo.
Después de la primera noche de cambio sexual, pasaron varios días en los que nos centramos en la monotonía de las vacaciones en la playa (a mi nunca me han gustado, la verdad). Por la mañana playa, a mediodía comida, siesta y después por la tarde piscina de la urbanización que, por cierto, siempre estaba vacía.
No volvimos a hablar de la noche de sexo que tuvimos, salvo al día siguiente, en el que comentamos un poco por encima la jugada y capté que a mi mujer le había gustado, por sus comentarios y su...