En la calle

Me subo en su coche, un coche oscuro, en una noche oscura, sin apenas estrellas, no puedo apreciar su rostro, pero se que me gusta.

Me subo en su coche, un coche oscuro, en una noche oscura, sin apenas estrellas, no puedo apreciar su rostro, pero se que me gusta. Estoy sentada y el no me dice nada. Yo tampoco se que decir, solo escuchando sus suspiros me late mas fuerte el corazón, me pongo nerviosa y a la vez excitada.

Me he puesto lo que el me ha pedido, nada, debajo de un abrigo negro de piel, mis pezones empitonados van rozándose en el, mi coño empieza a calentarse.

El sigue cayado, no suelta palabra.

Para el c...