Cielito lindo dos

Rita, Evelia y yo seguimos disfrutando.

  • C I E L I T O L I N D O D O S -

Tal vez porque juzgó que era necesario darle una oxigenada a la envidiable etapa que disfrutábamos o seguramente por razones estrictamente familiares Evelia decidió ir a Suecia, a pasar una temporada al lado de su hija, por un período de tres semanas. Desde antes de su partida Rita y yo habíamos convenido que trataríamos de mantener la misma convivencia que llevábamos antes de involucrarnos con ella, sin embargo, desde antes de ausentarse comenzamos a imaginar l...

La mañana siguiente

Después de una noche inolvidable surge algo inesperado.

L A M A Ñ A N A S I G U I E N T E -

Lanzó un prolongado quejido somnoliento al tiempo que masticaba un bocado que sólo existía en el sueño. Se movió en la blandura del lecho, acomodándose de lado contrario, y adoptó una posición que le pareció más cómoda. Sin despegar los ojos volteó la almohada para evitar que el desagradable humor pegajoso que humedecía la funda le impregnara la mejilla. Sintió una oleada de aire frío en la espalda y estiró las cobijas para arroparse completamente. A los poco...

Cielito lindo uno

Evelia, Rita y yo seguimos disfrutando la fantástica aventura que iniciamos hace meses, tiempo nos hace falta para tanto sexo.

C I E L I T O L I N D O U N O

Evelia, Rita y yo seguimos disfrutando la maravillosa aventura que iniciamos hace meses, cogiendo desaforadamente, como si tuviéramos quince años. Nunca faltan motivos para que alguno de los tres tenga un detalle que haga más interesante la excitante etapa que estamos pasando. Cuando por alguna razón Evelia decide dormir en su casa, al día siguiente llega y, como le hemos dado llave de la nuestra, pone en práctica lo más inverosímil; como anteayer, que entró sil...

Cielito lindo

- ¡Pégame y métemelo más fuerte! - exigió Rita, que no cejaba de agasajarse con el chocho de Evelia.

C I E L I T O L I N D O

A Evelia y Julián los conocimos cuando Rita y yo llegamos a vivir a este lugar, prácticamente de recién casados. Habitaban la casa de junto; tenían dos hijos pequeños: Sofía y Darío. Nosotros optamos no tener familia por decisión mutua y dedicarnos por entero a nuestras profesiones y a disfrutarnos mutuamente. Evelia iniciaba sus pasos en el ramo de los bienes raíces, donde destacaría plenamente. Julián era corredor de una casa de bolsa en ese entonces. Formaban una b...

El elegido

- ¿Te lastimo? - le solicité a Laura, tratando de hacerlo con delicadeza. - No te preocupes y sigue empujando hasta que entre toda..

E L E L E G I D O

Eran los días de final de curso de primero de secundaria y, a invitación de una compañera de escuela que poseía un cerebro privilegiado, estudiante ejemplar y sobresaliente en las materias que llevábamos, fui a pasar el fin de semana a su casa, según expuso, con la intención de prepararnos adecuadamente para hacerle frente al examen que debíamos presentar en fecha próxima los que estuviéramos interesados en ingresar a segundo año sin tener que llevar la carga de una materia rep...

El jardin

Una noche conocimos a Selva, caminaba sola...

E L J A R D I N

Me gusta caminar de noche. La oscuridad ofrece la excitante posibilidad de enfrentarse a cada paso con el misterio. Los amantes de la noche somos muy distintos de aquellos que prefieren el día; por lo común estos carecen de ese toque de magia que envuelve a quienes buscamos las sombras. Un encuentro durante la noche, así sea de manera casual, abriga más expectativa que uno llevado a cabo a plena luz del sol. La noche es una máscara que nos sirve para acercarnos a los demás, pues...

La promesa

Entrega de una virginidad y un triángulo candente, narrados por una pareja de afortunados espectadores.

LA PROMESA

Silvia llegó cansada del gimnasio y se disponía a beber la copa que acabara de servirse cuando sonó el teléfono.

¡Hola! ¿Cómo estás?- escuchó que la saludaban con cierta familiaridad del otro lado de la línea.

Bien – contestó con agrado el saludo.

Quería saber de ti y aprovechar, ahora que dispongo de tiempo, para echar una cotorreada… ¿De qué platicamos la vez anterior?

Creo que de la caída del comunismo, la reunificación alemana y concluimos con algunas obr...

La fiesta

Un deseo ferviente Una fiesta ardiente El encuentro anhelado Un despertar inesperado

LA FIESTA

El efecto de las sales de litio que debo ingerir cada ocho horas ha disminuido; el pabellón donde me encuentro recluido está en calma; es más de media noche y el enfermero encargado de proporcionarnos las dosis en el horario indicado debe haberse quedado dormido, por lo que yo aprovecho este breve espacio de lucidez para describir esta terrible historia y así descargar la conciencia del tremendo peso que ha llevado a cuestas, desde el día que el destino me llevó a vivirla. Todavía...

El secreto de Lichita

Nada hay que se le compare a un triángulo que surge inesperadamente.

E L S E C R E T O D E L I C H I T A

A Lichita la conocí en el trabajo, era la encargada del área de control de calidad; además del carácter y la personalidad que exigía su puesto poseía una impactante belleza. Desde que la vi por primera vez me atrajo su figura esbelta, sobre todo sus caderas las cuales movía de modo sensual al caminar. Si uno iba detrás de ella era imposible no fantasear que un día ella caminara desnuda delante de uno.

Cierto día que compartimos un pequeño brindis para fes...

Despedida de Soltera

Simplemente salí a encontrarme con un amigo a bar y me encontré con una chica que despedía su soltería.

DESPEDIDA DE SOLTERA

A las nueve de la mañana del miércoles por fin se abrió la puerta de la habitación donde permanecí toda la noche y entró una camarera cuarentona que vestía uniforme rosa, muy quitada de la pena, y fue tanta su sorpresa al verme sujeto a cada esquina de la cama que aventó por allá la escoba y el recogedor que portaba, se llevó una mano a la boca y abrió tamaños ojos al tiempo que se santiguaba, negándose a dar crédito al cuadro que tenía enfrente. Tuve que hablarle con la...