Presenciando una apuesta
Silvia no daba crédito a la apuesta realizada entre Carlos y Carmen pero cuando realmente se quedó sin palabras fue cuando la presenció.
"Está bien, si ganais, te haré una mamada que nunca olvidaras, y si perdeis, estarás a mi servicio durante una semana: me harás los ejercicios de clase, cogerás apuntes por mi, limpiarás mi habitación... estarás a mi disposición siempre que lo desee, durante una semana. Aceptas?" - fue la propuesta final de Carmen
"Acepto" - dijo Carlos
Se estrecharon la mano y se despidieron sellando la apuesta conmigo delante, que aun no asimilaba que de verdad hubieran apostado lo que acababa de oír...