Un café en el Yakarta

No teníamos tiempo para más, esta vez solo una hora antes de entrar a trabajar y decidimos que al menos quedaríamos para tomar un café junto. Yo escogí el lugar, El Yakarta. El mejor café de mi vida.

No teníamos tiempo para más, esta vez solo una hora antes de entrar a trabajar y decidimos que al menos quedaríamos para tomar un café junto. Yo escogí el lugar, El Yakarta. Aunque el plan era simplemente tomar un café, yo ya estaba nerviosa, impaciente, ansiosa,  como cada vez nos vemos para una de nuestras sesiones de sexo. Se me aceleran las pulsaciones, mi estomago se encoge y la excitación crece por momentos.  Tiene la capacidad de encenderme a su antojo, la verdad es que nunca he dicho que no ante la...