Esas tímidas niñas III
La noche se hizo muy larga y llevaba camino de ser la mejor noche de mi vida
Esas tímidas niñas III
Subí a mi habitación como en una nube después de haberla visto subir a ella primero.
Ya no la veía como hacía algo más de media hora, vaya tipo, vaya curvas y vaya forma de subir la escalera balanceando su perfecto trasero. Parecía que desfilara por una pasarela de modelo, de hecho, seguro que lo estaba haciendo para mi solito y mi polla iba tomando forma. Ella me saludo desde arriba con un beso lanzado con su mano, después de pasarla por su rajita.
Caí entonces...