La Boda (La Fiesta)
Y yo os declaro, marido y mujer Y con una benévola sonrisa en la boca, el sacerdote se dirigió hacia nosotros: puedes besar a la novia. La iglesia se llenó de un rumor de voces y risas.
La Boda en la Iglesia fue muy bonita, espiritual, en donde refrendamos ante Dios y nuestra familia, nuestro amor; y ante toda la concurrencia y con el micrófono cerca de nuestros labios, para que nadie se quedara sin escuchar, reafirmamos nuestros votos de fidelidad.
La boda había terminado y todo había sido precioso, digno de un cuento de hadas. Mi esposa estaba radiante. La verdad que Alicia se veía muy hermosa, el maquillaje realzaba sus grandes ojos, y su mirada dulce y angelical; su linda carita...