Cumplí mi fantasía 2
Una vez satisfecha, desate el demonio que mi prima santica llevaba dentro
Empezó acariseando mi brazos con aquella suavidad que eriza a toda mi piel y me comió la boca como si estuviera esperando toda su vida por hacerlo, para este punto estaba totalmente empapada y deseosa de ver lo que mi primita podía llegar hacerme.
Empezó lamiendo mis senos con suma delicadeza a la vez le pegaba ciertos mordiscos que me ponían al mil y a retorcerme de placer, me tenía tan excitada que le pedía que nunca parara. Con su mano empezó deslizarse por mí abdomen provocandome ansiedad de que m...