Historia Real 03. Degradación
Viene un episodio repleto de sadismo y dolor, pero mis planes avanzaron gracias a esos momentos y a una nueva amistad.
Cuando te planteas la esclavitud sexual a manos de un desaprensivo como era Armand, el cabrón, Maestro, como quería que lo llamáramos (cuando Jo recuperaba el habla y no era una mascota sexual, totalmente disociada —ese fue el diagnóstico—), piensas que van a abusar de ti, que te van a usar para sexo, pero no tienes en mente perversiones más oscuras como las que me (nos) sucedieron.
Sí, cedida y emputecida en manos de los «favorecidos» del cabrón se nos humillaba (al menos yo lo sentía, Jo, no lo sé,...