De vuelta a casa II

La visita de mi chica hace que mama decida demostrarle cuanto nos queremos en casa

Se escuchaba de fondo el agua de la ducha caer mientras mama permanecía a mi lado, tumbada en la cama mirando al techo – ¿Que acaba de pasar? Me pregunto con evidente preocupación – No lo se mama, yo llegué a casa y os pillé. Intente irme, pero Esther me lio. – Eso es, voy a echarle la culpa a la amiga ahora que no me oye. – Hijo esto que ha pasado no está bien. Si lo llego a saber desde un principio me habría negado en rotundo. – Lo sé mama, pero es que os vi, estaba tan excitado que no supe pensar bien. –...

La empresa II - Comienza la investigación

Comienzo a meterme un un submundo que no conocía

Han pasado tres días desde que volví de aquel despacho. Al día siguiente me desperté sin saber muy bien si aquello había sido real o si todo fue un sueño de Resines, pero había sido completamente real porque las copias de los contratos que tenía sobre la mesa de la cocina eran bien reales, aunque empezaba a ponerme algo nervioso, no sabía nada de ellos desde que me fui y la idea de que todo aquello resultase una encerrona cada vez tomaba más fuerza en mi imaginación. Pero bueno mientras estaba disfrutando d...

De vuelta a casa

Un chico vuelve a casa antes de tiempo llevándose una agradable sorpresa

Se estaba acabando el verano, mientras aprovechaba los últimos días de playa antes de volver a la universidad. Habían sido unos días geniales con mi novia y una parejilla de buenos amigos y la verdad no quería que se acabase, pero cosas de la vida tres días antes del final de nuestras vacaciones, al levantarme de la cama y asomarme al balcón de nuestro air bnb descubro con horror como en la calle están cayendo chuzos de punta. De verdad que no había visto llover con esa virulencia en mi vida ¡Malditas torme...

La empresa

Otro día mas en la oficina hasta que el cuento cambia por completo

Hoy está siendo otro anodino día más en la oficina. Uno como otro cualquiera, a decir verdad, parece que vivo en el día de la marmota. La gente entra sin llamar, ni saludan, ni un “oye te apetece un café”. Algo muy malo he de haber hecho en otra vida para que me pongan en el mismo sitio que la fotocopiadora. Es que ni la becaria me da los buenos días, que por cierto mira que esta buena la niñata. Da igual, de vuelta a mi ordenador, tres correos nuevos en la bandeja. Ahora si son amables, pero claro es que q...