La cajera
Trabajar de cajera ayuda a conocer a muchos hombres, algunos, dan ganas de tirárselos, otros te los tiras.
Cuando se es cajera se conoce a mucha gente, y muchas de estas personas intentan ligar contigo, como si el estar delante de ellos pasándole los productos les diera derecho a que pudieran pasar su miembro duro por debajo de mis bragas. No suelo ser borde con ellos, es algo que me enseñaron mis padres, de no darle la importancia a personas que no se lo merecían, y como he dicho, he conocido a muchos hombres que han intentado sobrepasarse conmigo por el simple hecho de decir, “eh, yo puedo”. Pero aprendí muy p...