Una tarde con Venus

Una pareja de amantes se encuentra en un apartamento disfrutando una tórrida tarde de amor y sexo.

Tu cuerpo sigue enervándome como la primera vez que lo vi. Sigue siendo maravilloso, adorable. Tiene algo felino, con esas piernas largas, fuertes, esos pechos altivos y ese culito tan duro y suavemente respingón.

Es imposible permanecer a tu lado e impedir que las manos vuelen a acariciarte y los labios ardan deseando recorrer tu piel. Cuando te desnudas lánguidamente, mientras yo estoy sentado en el sofá, tus ojos toman un brillo especial y tu boca se frunce en un gestos lascivo. Esos labios tan exp...