Con mis manos
Colgó el teléfono y sintió la necesidad de aliviar su cuerpo
Para Sambruc
Dejó el móvil en la mesita de noche. Puede que hubieran estado hablando casi una hora de nuevo. Se habían reído mucho, como siempre, y también, como siempre, hubiera querido poder verlo más a menudo.
Aunque a veces lo hacían, hoy no habían hablado de sexo: ni dobles sentidos, ni indirectas o insinuaciones. Por eso estaba tan sorprendida de lo excitada que se sentía.
Notaba ese calor en su entrepierna, el que precedía a no poder evitar saltar sobre buscando sexo, e incluso se...