La pension Luna
Me acerque hasta el umbral y al mirar para adentro la veo con toda claridad, estaba tendida sobre su cama, ¡completamente desnuda!, su camisón en el suelo y su pequeño calzón junto a ella. Tenía sus piernas ligeramente separadas y se acariciaba frenéticamente la conchita con una mano, mientras que con la otra amasaba alternadamente sus senos, podía oírla gemir suavemente.
La Pensión Luna.
Mi nombre es Eduardo, ahora tengo casi 19 años. Soy de una ciudad pequeña del sur de Chile, donde no hay Universidad, por ello, al terminar mi educación media hace dos años, postulé a una Universidad de Santiago. Como no tenemos parientes acá tuve que buscar alojamiento en algún lugar. Después de visitar varios lugares que o no me gustaban o no podía pagar llegué a una dirección que saqué de un aviso en el diario mural de la U. Resultó ser un bonito departamento donde vivían un...