-Hielo-
Pequeño relato de Ama y sumiso.
Su mirada era de esas miradas difícil de analizar.
En ella se entrelazaba el deseo por ser sometido y la picaría, acariciados por tonos de azul.
Cómo la presa que huye aunque ya sabe que está cazada. Y ahí estaba yo, sacando mis garras para hacer que él se doblegase a mi.
Me miró directamente a los ojos desde el suelo. Le acaricié la cara, y le dí una bofetada.
Me puse en cuclillas frente a él.
"¿Quién te ha dado a ti permiso para mirarme?" cogiéndole del mentón, obligandole a mirarme. ...