Prisionera de mi amante (3)
Intento abrir las piernas para facilitar la penetración de este joven vigoroso. Mis piernas se abren casi automáticamente. Él sabe que me tiene a su merced. Me agarra del pelo y me folla con más arrojo. Voy a correrme, él resiste y se afana en su lucha por destrozar mi culo. Se detiene de nuevo y saca su polla de mi culo. Escupe varias veces y coloca su mano en la entrada de mi esfínter. Todos sus dedos entran y abren mis esfínteres. Intenta abrir más mi culo con su mano. No puedo más, me corro, me corro.
Esta vida que llevo con Carlos me desespera. Leo y yo sólo convivimos como un matrimonio normal únicamente en apariencia, a los ojos de la gente. Leo sabe que yo pertenezco a Carlos, mi cuerpo es de Carlos, me poseerá o me alquilará cada vez que él quiera. Leo lo sabe y lo soporta quizá para no perderme, quizá porque disfruta así, no lo sé. Leo sólo es mi esposo de convivencia pero es Carlos quien tiene el derecho de pernada, quien me monta. Leo tendrá que pedir permiso a Carlos si quiere disfrutar de...