Jugando con fuego (Libro 4, Capítulos 47 y 48)
Continúa la historia.
CAPÍTULO 47
Parado en un semáforo, con el sonido del parabrisas martilleándome, sentía que la excitación llegaba a sobreponerse por encima del dolor; recordaba a Edu follándola, de aquella manera tan sucia, sobre la tierra mojada de aquella explanada… y aquella frase de María... aquel “¿Qué me haces?” ¡Me matas!” que mostraba asombro y admiración… y mi mano bajó y se coló por mi pantalón y mis calzoncillos, que me recibieron con un charco viscoso y frío.
En apenas dos minutos de penetración la h...