Vuelve
Te vuelves y miras a tu mujer que todavía está dormida, la observas con detenimiento grabando esa imagen en tu corazón, te acercas cauteloso y le acaricias el cabello con suavidad y cuidado para no despertarla.
Ha llegado ese día tan odiado, tienes que partir de nuevo, es inevitable, tu trabajo es así, permanecer poco tiempo en el hogar y demasiado en el mar. No es fácil marchar dejando a mujer e hijos y saber que no los verás en mucho tiempo, ¡cuántas cosas te perderás de vivirlas con ellos!.
Te asomas a la ventana y levantas la vista hacia el cielo, el sol comienza a brillar, te resignas pensando que al menos zarpareis con buen tiempo, intentas encontrar algo positivo a este día para no dejarte envo...