Su otra -ocupación-
Llegué a su casa sobre las seis de la tarde. Había ido porque tenía que instalarle unos programas en el ordenador y él no tiene mucha idea que digamos...
Llegué a su casa sobre las seis de la tarde. Había ido porque tenía que instalarle unos programas en el ordenador y él no tiene mucha idea que digamos.
Después de comer me di un buen baño para relajarme. Y, al mismo tiempo que el agua caliente y el aroma de las sales me relajaban, no pude evitar excitarme pensando en aquella vez que compartimos bañera... mmm... fue algo muy especial. Tras ésto, seguí recordando otros encuentros con él. No habían sido muchos, pues nos conocemos poco tiempo, pero...