Mi cuñada, mi hermana y yo
No sólo las muñecas se comparten entre hermanas
Vengo de una familia muy rigurosa, y bastante cerrada. Tanto a mi hermana gemela Sofía como a mí nos criaron con miedo al sexo y a los hombres. Sólo nos iban a usar por nuestro cuerpo, después ningún otro nos iba a querer. Lo que no se imaginaron nunca es que no nos gustarían ni por asombro los chicos.
Mi sexualidad se despertó temprano, ya con 15 años sabía que me gustan las chicas, y siempre me quedaba mirando a alguna compañerita que pasará con su pollera corta del uniforme del cole, y esta por más...