Locura en el mar

Alocado relato de una exhibicionista cogiendo en la playa

Era una linda tarde de verano, el sol acariciaba la piel, el calor era abrasador pero reconfortante; había decidido ir a la playa con una de las citas que había conocido a comienzos del mes, alto, buena forma, cabello castaño, ojos verdes, nada llamativo, pero que bien que me cogía, pocas veces la había pasado tan bien como con él.

Yo estaba tirada en la arena, dejando que el sol iluminara todo mi cuerpo, sentía un cosquilleo en mis pezones, y sabia que me estaba excitando, verlo como me miraba, sabie...

Noche de sexo casual

Cuando la desesperación desata en ti todos tus instintos mas primitivos

Cuanto mas me acercaba a él, mas me iba cegando en su físico, mi meta era apoderarme de su cama por una noche, ni siquiera sabia su nombre, pero sus ojos se cruzaron con los míos por casualidad y me rompieron en dos; tal vez fue el alcohol, tal vez la música alta, las luces o simplemente que hacia tiempo ya que no tenia contacto intimo con un hombre y ya lo estaba necesitando.

Trate de no ser demasiado directa, me acerque a la barra lentamente, sin mirarlo y me pare a su lado pero ni siquiera me miro;...

Cuando cae la noche

Todo paso tan rápido, estaba perdida entre tanto placer, entregada totalmente a él, que perdí la noción del tiempo.

Al igual que todos los días me dispuse a darme una ducha, cené y me fui a la cama, unos minutos después llego él, me beso tiernamente el hombro y deslizo su mano por mi cintura, toco mi abdomen, volvió a subir lentamente y con la punta de sus dedos acaricio mis caderas; en ese momento me doy vuelta lentamente y lo miro a los ojos, lo beso tiernamente en los labios y dejo que mi mano recorra todo el dorso de su cara, hasta llegar a su mentón, él me mira directamente a los ojos tratando de no perderse ninguna...

Una noche inolvidable

Un relato basado en una noche de pasión, sexo y romance que te dejara con ganas de mas.

Era un Sábado por la noche, mi novio y yo nos dispusimos a mirar una película, como de costumbre, nos acostamos en la cama abrazados, y comenzamos a verla; entre miradas cargadas de deseo y de vez en cuando algún beso, el ambiente fue tomando cada vez mas temperatura. La gota que rebasó el vaso, fue cuando sin querer mi novio rozo uno de mis pezones, yo por dentro estaba ardiendo de deseo por que me haga suya, y el moría de ganas por poseer mi cuerpo, pero ninguno de los dos quería dejar de ver la película....