Una ciudad anónima

Estoy en una ciudad donde nadie me conoce. Siento la libertad del anonimato que despierta mi sexualidad.

Por motivos de trabajo he viajado a una ciudad nueva para mí. Solo estaré en ella un día. Mañana a la tarde saldrá el tren de regreso a mi casa. Eso significa, que tengo toda la noche libre y no me apetece para nada dormir. Así que, seguramente hoy vaya a la caza de nuevas aventuras. Son las 18:00 de la tarde, acabo de llegar al hotel después de un día intenso de reuniones.

Me resulta excitante esta sensación de libertad que me provoca estar sola, en una ciudad donde no conozco a nadie y nadie me cono...