Los ojos cerrados, prometido.
Comenzamos el final de esa deliciosa tarde con un masaje que, inevitablemente, llevó mis manos a explorar el resto de rincones...
La tarde estaba siendo espectacular... aunque, en cierto modo, en tu compañía siempre suelen ser así de deliciosas las tardes. Y sé que suena vanidoso que lo diga pero... me estaba portando absolutamente como un galán. Tú lo disfrutaste y, como premio, estabas cumpliendo tu parte del trato. Estabas bajo mi cuerpo con la melena recogida apoyada en un lateral, el torso desnudo y tapándote con la sábana delicadamente... sí, es cierto, conseguía que tapara lo que tenía que tapar pero dejaba entrever mucho esa s...