EL SUEGRO De perdidos al río 6
De perdidos al río.
Esa mañana de viernes, Gerardo un poco preocupado por Pepe, se sentó a estudiar cómo cada día. Al cabo de una hora, más o menos, se propuso llamarlo para ver cómo se encontraba. Y también con la intención de saber si vendría, o no, esa mañana. Cogió su teléfono, buscó en la agenda “Pepe Suegro” y pulsó el botón de llamar.
— Buenos días Pepe ¿Cómo estás? ya me he enterado de lo que pasó ayer con tu mujer.
— Hola niño. Bien. Estoy dando un paseo de camino a tu casa. Si no te importa me apetece hab...