Soy la esclava de la mujer de la limpieza 4

En casa de la madura mujer de la limpieza de mi oficina, me convierto en el juguete de ella y de su marido. A él le da morbo usar a una jovencita sumisa y hacer cornuda a su mujer en su cara.

-Cuarta parte-

En la cocina, tiré los envoltorios a la basura. Después me saqué despacio el pañuelo de la boca. Estaba lleno de fluidos: semen, flujos, babas... Me arrodillé frente al cubo de la basura y lo retorcí para escurrirlo.  Antes de tirarlo, lo mojé con agua del grifo  para limpiarme. Me froté los pechos y el vientre para limpiarme el semen, y necesité escurrir el pañuelo un par de veces de tanta cantidad que Jenaro me había dejado. Tuve que quitarme el maltrecho sostén, que estaba tan pring...

Soy la esclava de la mujer de la limpieza 3

Carmen me lleva a casa con su maduro marido Genaro y juntos se aprovechan de mí de lo lindo, usándome brutalmente. Yo obedezco como una joven perrita sumisa en lencería.

-Tercera parte-

  • ¡Ayyy joder, que paciencia...! Dijo Carmen sonriendo mientras yo agitaba mis pechos.

Esa broma de Carmen tras ese subidón de pasión y morbo fué como un bálsamo. Las dos reíamos mientras Carmen apagaba y cerraba la pequeña cámara DV para devolverla al bolso y yo soltaba la escobilla y la dejaba en su sitio, tirando además mi sostén empapado al váter.

  • Uff Carmen, qué maravilla, cómo he disfrutado... pero mira como estoy, ¡hecha un asco! ¡y sin ropa!

La ver...

Soy la esclava de la mujer de la limpieza 2

Mi segundo encuentro con Carmen en el trabajo. ¡Qué fuerte, tía!

-Segunda parte-

La mañana siguiente de mi encuentro con Carmen en el lavabo, recibí en el correo del trabajo un e-mail poco habitual. Esa noche le había dado muchas vueltas a lo que había pasado, y al acostarme me había estado tocando pensando en la situación.

El mensaje consistía en un mensaje vacío con dos imágenes adjuntas desde una cuenta de hotmail que no conocía. Las imágenes eran un par de fotos de lo mas explícitas: un pene enorme eyaculando sobre unas fotos impresas en papel. Las ...

Soy la esclava de la mujer de la limpieza

Como me convertí en la amante, la esclava, la perrita y el juguete de la señora de la limpieza de mi oficina, y más tarde de su marido.

Me llamo Laura y tengo 29 años. Soy una chica muy normal, no me gusta destacar y visto discretamente, aunque cuido mi vestuario para ir a trabajar, poniendome algo formal. Tengo el pelo castaño oscuro en media melena y la piel morena. Y soy heterosexual, al menos eso creo, la única mujer con la que me he sentido así es con ella, con Carmen. Con la guarra de Carmen.

Ella es mucho mayor que yo, tiene 50 y tantos, y solo de pensar en como suena ya me da cosa contarlo... y a la vez me pone terribleme...